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yaces dormida
yaces dormida
en el silencio
de los días
eres como un sueño
o una dulce pesadilla
a veces
me despiertas
con invisibles caricias
tus dedos
no son bellos
pero son
las caricias que quiero
a veces
rasgas
en mi piel
tu nombre
con sangre
salada
como el tibio llanto
que ocultabas de mis ojos
en aquel rincón oscuro
que iluminábamos
con nuestras risas
te espero
cada noche
como un niño asustado
espera a su madre
porque sabe que
cometió
una travesura grave
porque sabe que debe morir
te espero
tratando de rehacer
mi sonrisa
tratando
de acostumbrarme
al sabor de mis heridas
pero mi sonrisa
fue destruida
por los disparos
perpetrados
sobre mi cuerpo muerto
y mi voz
corrompida
por el tibio beso
de los gusanos
que nacen en invierno
una parte de mí
intenta escapar del laberinto que construí
cuando creía
que tan sólo
existía una puerta
y otra
intenta
ahogarte
como un recuerdo
que tiembla de frío
al pie de otras puertas
pues
nunca confesaste
ser inmortal
a pesar
de las pistas
que solía darte
a pesar
de cantarte
o encantarte
me obligaste
a desencantarte
la niña suicida
con más ganas de vivir
me desarmaste
y sólo atiné
a golpearte
defensa propia dijeron
sin embargo
algo no salió bien
pues
yo mismo me entregué
dónde quedó la ruta de escape?
sólo espero
que mis técnicas te sirvieran
para tener la ilusión
para tener la ilusión
que vives siquiera
todo lo demás
no lo vi venir
es por eso
que sigo aquí
lamentablemente
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