extirpado sueño
de una noche insomne
ya no soy el hombre
al que azotan las musas
por ello estoy herido
y la cólera brota
ahora por mis oídos
no pensé morir así
una mañana de Domingo
cuando el mundo adormecido
no sabe como girar
y mi cuerpo es el abismo
donde oculto mi pesar
fría crueldad la que me arrastra
hacia tu corazón exhausto
por el débil latido de la vida
no pensé encontrar así
esta tierra destruida
he andado ya sin rumbo
por senderos empedrados
por oscuros laberintos
inocente me he internado
he trepado piras de huesos
he bebido manantiales sangrientos
me he situado al costado de otro cuerpo
almorcé con leprosos y ultrajados
acaricié a Cancerbero
y me lamió la mano
pero esta mañana
he contemplado mi final
y la visión de aquellos dioses
fue oscura irrealidad
sintetizada en un repugnante
frío apretón de manos
o en un vil "Te ofrezco mi pesar”
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